Desde que la mujer tiene su primer periodo menstrual y mientras esté funcionando hormonalmente, tiene la posibilidad de ser anfitriona de miomas, una enfermedad femenina que se forma en el útero.
«El 99.9 por ciento de los miomas son tumores benignos, casi siempre del cuerpo del útero. Estos tienden a producirse y crecer bajo la influencia hormonal», explica el ginecólogo Juan Carlos Guzmán García.
La edad en que los miomas, también llamados fibromas o leiomiomas, se presentan con más frecuencia es de los 35 a los 45 años, cuando la mujer está cerca de la menopausia.
En la actualidad hay demasiado miedo a los miomas, dice el especialista, casi todas las mujeres piensan que el tener miomas significa que les tienen que quitar la matriz y no es así; la gran mayoría los padece y no saben que los tienen, debido a que es totalmente asintomático, y mientras sea así no hay que preocuparse por ellos.
Cuando se llega a presentar algún problema, este va a ser provocado por la localización, ya sea en la superficie del útero, en el grosor de su pared o en el interior del mismo.
El tamaño puede variar de los tres o cuatro centímetros hasta más de 10 centímetros. El número que habitualmente se encuentra es de cinco a ocho, pero se han dado casos de úteros con 15 miomas. Los síntomas principales son sangrados.
«Los miomas que se encuentran por fuera de la matriz son los que menos problemas dan, caso contrario de los que están en la capa muscular, la parte gruesa de la matriz, pues provocan sangrado. Los que se encuentran por dentro de la matriz son los que mayormente se asocian a esterilidad y sangrado», detalla Guzmán García.
«Hay mujeres que tienen unos sangrados muy fuertes y no requieren ningún tratamiento porque es tolerable. Otras sí lo requieren porque la pérdida sanguínea es tan importante que las pone anémicas. Es cuando se opta por un procedimiento quirúrgico en el que se remuevan los miomas o se quita la matriz completamente».
Otra posible complicación de los miomas es que crezcan demasiado, se dan casos en que llegan a pesar entre cuatro, cinco e incluso 20 kilos. Estos últimos se ven muy pocas veces.
Aunque lo más común es que los miomas no causen problema cuando hay un embarazo, pueden impedir su desarrollo adecuado, señala el médico, una mujer con miomas tiene riesgo de que su bebé nazca antes de tiempo, o bien que no pueda embarazarse.
Tipos de miomas
Subserosos: están por fuera del útero
Intramurales: se localizan en la parte interna del músculo del útero
Submucosos: están en la parte interna, pegados a la capa de la matriz
7 de 10
mujeres tienen miomas,
1 ó 2
de esas mujeres tienen síntomas
1
de las siete necesitará quitarse la matriz.
Nido de miomas
Se dice que la matriz que no genera hijos, genera tumores, situación que se ha comprobado. Igual, cuando las mujeres tienen a su primer hijo después de los 30 ó 35 años, es casi una garantía que en su útero albergue miomas.
Síntomas
Cambios en el sangrado menstrual
– Mayor cantidad
– Mayor duración, más de siete días
– Dolor en la menstruación
– Sangrado en momentos no menstruales
– Anemia
Dolor
– Pelvis o parte baja de la espalda
– Dispareunia (dolor durante la relación sexual).
Opresión
– Dificultad para iniciar micción, orinar frecuentemente en pequeñas cantidades
– Estreñimiento y/o presión rectal
Fertilidad
– Esterilidad
– Pérdidas fetales
Diagnóstico: a través de ultrasonido por vía abdominal o transvaginal.
Tratamientos
Miomectomía: se realiza cuando se desea conservar la matriz, se quitan exclusivamente el o los miomas. Después de una miomectomía, los embarazos posteriores tienen que llevarse con mucho cuidado, porque se consideran de alto riesgo.
Histeroscopia quirúrgica: se utiliza para quitar los miomas que están dentro del útero. Se hace mediante una operación a través de la vagina, en donde se introduce una cámara pequeña con pinzas y tijeras y se destruye o se corta por vía vaginal, se quitan los miomas y se destruyen.
Histerectomía: es quitar la matriz. La principal causa de una histerectomia son los miomas.
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