Y en los tiempos oscuros, habrá canto? Sí. Habrá el canto sobre los tiempos oscuros —Bertolt Brecht Hace unos días, el presidente Felipe Calderón criticó a los críticos y convocó a hablar bien de México: “Hablar bien de México, de las ventajas que México tiene … es la manera de construir, precisamente, el futuro del país”. Y de allí, siguiendo su propio exhorto, pasó a congratularse porque la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes aquí es más baja que en Colombia, Brasil, El Salvador o Nueva Orleans. Las ventajas de México quedarán claras cuando decidamos hablar bien del país, concluyó.
Escribo ahora para pedirte —lector o lectora—- que hagas exactamente lo contrario a lo que el Presidente exige. Escribo ahora para recordarte que el estoicismo, la resignación, la complicidad, el silencio, y la impasibilidad de tantos explican por qué un país tan majestuoso como México ha sido tan mal gobernado. Es la tarea del ciudadano, como lo apuntaba Gunther Grass, vivir con la boca abierta. Hablar bien de los ríos claros y transparentes, pero hablar mal de los politicos opacos y tramposos; hablar bien de los árboles erguidos y frondosos, pero hablar mal de las instituciones torcidas e corrompidas; hablar bien del país, pero hablar mal de quienes se lo han embolsado.
El oficio de ser un buen ciudadano parte del compromiso de llamar a las cosas por su nombre. De descubrir la verdad aunque haya tantos empeñados en esconderla. De decirle a los corruptos que lo han sido; de decirle a los abusivos que deberían dejar de serlo; de decirle a quienes han expoliado al país que no tienen derecho a seguir haciéndolo; de mirar a México con la honestidad que necesita; de mostrar que somos mejor que nuestra clase política y no tenemos el gobierno que merecemos.
De vivir anclado en la indignación permanente: criticando, proponiendo, sacudiendo. De alzar la vara de medición. De convertirte en autor de un lenguaje que intenta decirle la verdad al poder. Porque hay pocas cosas peores —como lo advertía Martin Luther King— que el apabullante silencio de la gente buena. Ser ciudadano requiere entender que la obligación intelectual mayor es rendirle tributo a tu país a través de la crítica. Ahora bien, ser un buen ciudadano en México no es una tarea fácil. Implica tolerar los vituperios de quienes te exigen que te pases el alto, cuando insistes en pararte allí. Implica resistir las burlas de quienes te rodean cuando admites que pagas impuestos, porque lo consideras una obligación moral. Lleva con frecuencia a la desesperación ante el poder omnipresente de los medios, la gerontocracia sindical, los empresarios resistentes al cambio, los empeñados en proteger sus privilegios.
Aun así me parece que hay un gran valor en el espíritu de oposición permanente y constructiva versus el acomodamiento fácil. Hay algo intelectual y moralmente poderoso en disentir del statu quo y encabezar la lucha por la representación de quienes no tienen voz en su propio país. Como apunta el escritor J.M. Coetzee, cuando algunos hombres sufren injustamente, es el destino de quienes son testigos de su sufrimiento, padecer la humillación de presenciarlo.
Por ello se vuelve imperativo criticar la corrupción, defender a los débiles, retar a la autoridad imperfecta u opresiva. Por ello se vuelve fundamental seguir denunciando las casas de Arturo Montiel, los pasaportes falsos de Raúl Salinas de Gortari, las mentiras de Mario Marín, los abusos de Carlos Romero Deschamps, el escandaloso Partido Verde, los niños muertos de la guardería ABC y los cinco millones de pobres más. No se trata de desempeñar el papel de quejumbroso y plañidero o erigirse en la Cassandra que nadie quiere oir. Ni de llevar al cabo una crítica rutinaria, monocromática, predecible. Más bien un buen ciudadano busca mantener vivas las aspiraciones eternas de verdad y justicia en un sistema político que se burla de ellas. Sabe que el suyo debe ser un papel puntiagudo, punzante, cuestionador. Sabe que le corresponde hacer las preguntas difíciles, confrontar la ortodoxia, enfrentar el dogma. Sabe que debe asumirse como alguien cuya razón de ser es representar a las personas y a las causas que muchos preferirían ignorar.
Sabe que todos los seres humanos tienen derecho a aspirar a ciertos estándares decentes de comportamiento de parte del gobierno. Y sabe que la violación de esos estándares debe ser detectada y denunciada: hablando, escribiendo, participando, diagnosticando un problema o fundando una ONG para lidiar con él. Ser buen ciudadano en México es una vocación que requiere compromiso y osadía. Es tener el valor de creer en algo profundamente y estar dispuesto a convencer a los demás sobre ello. Es retar de manera continua las medias verdades, la mediocridad, la corrección política, la mendacidad.
Es resistir la cooptación. Es vivir produciendo pequeños shocks, terremotos y sacudidas. Vivir generando incomodidad. En alerta constante. Sin bajar la guardia. Alterando, milímetro a milímetro, la percepción de la realidad para así cambiarla. Vivir, como lo sugería George Orwell, diciéndoles a los demás lo que no quieren oir.
Quienes hacen suyo el oficio de disentir no están en busca del avance material, del avance personal o de una relación cercana con un diputado, un delegado, un presidente municipal, un Secretario de Estado o un Presidente. Viven en ese lugar habitado por quienes entienden que ningún poder es demasiado grande para ser criticado. El oficio de ser incómodo no trae consigo privilegios, ni reconocimiento, ni premios, ni honores. Uno se vuelve la persona que nadie sabe en realidad si debe ser invitado, o el colaborador de una revista a la cual le recortan la publicidad. Pero el ciudadano crítico debe poseer una gran capacidad para resistir las imágenes convencionales, las narrativas oficiales, las justificaciones circuladas por televisoras poderosas o Presidentes porristas. La tarea que le toca —te toca— precisamente es la de desenmascarar versiones alternativas y desenterrar lo olvidado. No es una tarea fácil porque implica estar parado siempre del lado de los que no tienen quién los represente, escribe Edward Said.
Y no por idealismo romántico, sino por el compromiso con formar parte del equipo de rescate de un país secuestrado por gobernadores venales y líderes sindicales corruptos y monopolistas rapaces. Aunque la voz del crítico es solitaria, adquiere resonancia en la medida en la que es capaz de articular la realidad de un movimiento o las aspiraciones de un grupo. Es una voz que nos recuerda aquello que está escrito en la tumba de Sigmund Freud en Vienna: “la voz de la razón es pequeña pero muy persistente”.
Vivir así tiene una extraordinaria ventaja: la libertad. El enorme placer de pensar por uno mismo. Eso que te lleva a ver las cosas no simplemente como son, sino por qué llegaron a ser de esa manera. Cuando asumes el pensamiento crítico, no percibes a la realidad como un hecho dado, inamovible, incambiable, sino como una situación contingente, resultado de decisiones humanas. La crisis del país se convierte en algo que es posible revertir, que es posible alterar mediante la acción decidida y el debate público intenso. La crítica se convierte en una forma de abastecer la esperanza en el país posible. Hablar mal de México se vuelve una forma de aspirar al país mejor.
Esta es una posición vital extraordinariamente útil pero heterodoxa en un lugar que cambia, pero muy lentamente debido la complicidad de sus habitantes y sus gobernantes. Porque hay tantos que parten de la premisa: “así es México”. Tantos que parten de la inevitabilidad. Tantos que parten de la conformidad. Ya lo decía Octavio Paz: “Y si no somos todos estoicos e impasibles —como Júarez y Cuauhtémoc— al menos procuramos ser resignados, pacientes y sufridos. La resignación es una de nuestras virtudes populares. Más que el brillo de nuestras victorias nos conmueve nuestra entereza ante la adversidad. Allí está nuestro conformismo con la corrupción cuando es compartida. Nuestra propensión a compararnos hacia abajo y congratularnos —como lo hace Felipe Calderón— porque por lo menos México no es tan violento como la ciudad de Nueva Orleans.
Ante esa propensión al conformismo te invito a hablar mal de México. A formar parte de los ciudadanos que se rehusan a aceptar la lógica compartida del “por lo menos”. A los que ejercen a cabalidad el oficio de la ciudadanía crítica. A los que alzan un espejo para que un país pueda verse a sí mismo tal y como es. A los que dicen “no”. A los que resisten el uso arbitrario de la autoridad. A los que asumen el reto de la inteligencia libre. A los que piensan diferente. A los que declaran que el emperador está desnudo. A los que se involucran en causas y en temas y en movimientos más grandes que sí mismos. A los que en tiempos de grandes disyuntivas éticas no permanecen neutrales. A los que se niegan a ser espectadores de la injusticia o la estupidez. A los que critican a México porque están cansados de aquello que Carlos Pellicer llamó “el esplendor ausente”. A los que cantan en la oscuridad porque es la única forma de iluminarla
http://www.yucatan.com.mx/noticia.asp?cx=9$2900000000$4144695&f=20090830
Estimad@s Damas y Caballeros.
El anterior escrito me puso a pensar. Y no sabía si comentar esto, pero así de impulsivos somos los Cuacos con Cuerno, así que…
Concuerdo (y los otros caballitos con cuerno también) en que no debemos ser conformistas. Ni resignados. Hay que empezar a mover esas inteligencias, Señoras, Señoras.
Pero con un objetivo. «La Libertad, sin Virtud ni Sabiduría, es el mayor de todos los males».
Me da tristeza ver que las personas buenas, honestas, bondadosas, responsables,… en fin, Dignas, tengan que soportar a una minoría vulgar, torpe, prepotente, ignorante y mediocre. Una minoría que, por «resignados», dejamos que nos «gobierne» (?!), no, perdón, que nos desangre.
Y es que ellos han intuido que estamos desesperanzados.
Y los conmino, pacientes lectores, a contestarme…, a contestarse: ¿¡quién caraxos nos robó la Esperanza?!
Los Caballitos con Cuerno lo saben, así que… ¿nos guardan el secreto? Gracias.
Los que se robaron la Esperanza …
…
…
somos Nosotros mismos.
De modo que, ¡alé! ¡Vamos a sacarla de los bolsillos, de los cajones, de los cuadernos y libros, de las bolsas de papel estraza de aquéllos panes de antes, con su olor que llenaba el Alma, no sólo el estómago! De donde sea que la hallamos ocultado, avergonzados. ¿Quién dijo yo?
Saquémosla junto con el coraje de hacer cosas pequeñas, y juntarlas para que sean grandes: saber que podemos hacerlo si vencemos al verdadero Enemigo: la desesperanza y la apatía.
Siempre creeré que ayer como hoy, sin importar dónde ni cuándo,
«Lo único que necesita el mal para triunfar,
es que los Hombres (y Mujeres!) Buenos,
NO HAGAN NADA…».
Y, entonces, ¿dónde están los Hombres y las Mujeres Buen@s de este amado país? ¿Lo saben ustedes?
(La leyenda dice, que se encuentran detrás de los espejos. Y que se pueden ver cuando, con el corazón arrebatado, se acude a mirar sin miedo).
Y ahorita regreso. Voy al baño (creo que hay un espejo).
Con mis mejores deseos por no haberlos aburrido con tanto palabrerío, los saluda
el arrebatado Unicornio… (OK, no lo vuelvo a hacer, pero es que…!)
P.D. ¡Y que tengan, pues, una semana luminosa, dondequiera que estén!
Caballito con cuerno, mil gracias por no escribir solo una frase, se ve que a usted eso del Twitter tampoco le gustará mucho.
Leí con agrado la columna de Denise Dresser, pero leo con más agrado tu comentario, es verdad nosotros nos hemos robado la esperanza, por eso hoy la buscaré en el refrigerador, en la estufa, en los armarios…chance y la encuentre, no me puede callar el señor que se gasta dinero en spots de televisión y radios, no me puede callar el señor que me habla por teléfono para decirme o presumirme por medio de una grabación sus logros, los cuales no veo, mucho más que tener perdida la esperanza, yo Unicornio, tengo miedo, mucho miedo de este país, cada día más pobre, cada día más jodido, me da mucho miedo ir a comprar mis sagrados alimentos y ver unos policías comiendo en el mismo changarro al que acudo cada domingo a comprar mi desayuno, me da miedo que lleguen y los quieran acribillar ahí delante de familias y de mi, me da miedo ese ejercito en la calle.
Tus comentarios siempre me agradan, es un placer tenerte aquí donde quieras que estés.
Feliz nochecita de domingo y excelente semana, por aquí te esperamos siempre.
Saludos caballito desbocado y con un cuerno
Hola, estimad@ Menospausas!
Lo que creo, querid@s camaradas, es que también la Gente Buena se exigue demasiado. Es el problema con aquéll@s que guardan en sus corazones eso indefinido que los Antiguos llamaban Dignidad y Honor.
Está bien tener miedo. Es algo natural en los hombres (y mujeres, but of course!). Nos hace estar alertas. Nos ayuda a desconfiar de los ruines y conocer a los honorables. Nos permite Sobrevivir.
Lo que está mal es cuando se convierte en Pánico. Perdemos el control, la Inteligencia y al final, la Libertad.
Lo que te puedo decir, después de haber visto muchos horrores, pero también muchos actos esperanzadores, es que en la medida que aceptemos nuestras debilidades y las conozcamos, podremos usarlas a favor nuestro.
Ya vienen nuestros descendientes. El ejemplo que les demos, hará que algún día esta hermosa tierra sea un lugar mejor para vivir.
Créeme: los villanos no viven por siempre. Elba Esther, Salinitas, los «partidocrácicos» y los Atlacomulcos se harán viejos y morirán. Quizás no lo veamos nosotros, pero nuestros bienamados sí. Y hasta que eso ocurra, los tozudos caballitos cornúpetas NO dejarán de agitar la cabeza, retadores (aunque sólo sea para que el «agente de tránsito» del crucero no se lleve lo del «chesco», por este día, jejeje).
Por algo se empieza.
Nomás cuídenseme mucho, mis buenas personas. No se preocupen demasiado, sólo lo suficiente. ¡Ahh! Y no olviden respirar… y repartir abrazos, jejeje.
Cordialmente,
el terco Caballo con Cuerno…
Aclaraciones y Fe de erratas:
– donde dice «…la Gente Buena se exigue demasiado.», debe decir: «…la Gente Buena se exige Demasiado!».
– donde dice: «… los «partidocrácicos» y los…», debería decir: «… los «partidocrácicos hijos de su *#$%+&&!! Pin…K Floyd! y los &$*?+#!!… «.
y donde dice «*#$%+&&!!» y «&$*?+#!!»… debería decir:
… ya saben qué, pero aquí, como invitado, NO debo decirlo, caray!
Un saludo onomatopéyico, de parte del
aclarativo Cuaco con Cuerno…
Caballito de un cuerno ando buscando la esperanza por eso me tardo en contestar, es un problema mi refri esta vacío, pero tienes toda la razón con el miedo nos roban la libertad, y es terrible en verdad es terrible sentirse así.
¿Es normal sentirse impotente? Yo en verdad no debería de quejarme por mi, pero si por los demás, has visto los jóvenes que ahora no tienen trabajo, esos que salen cada 6 meses de las universidades con cara de entusiasmo, y que tiene que pedir trabajo en otros países, trabajo becado, esos que trabajan gratis haciendo méritos…si hay que empezar a gritar que en este país las cosas van muy mal, que estamos hasta la verdadera madre de lo que pasa.
Y aún tengo miedo, miedo de no saber quienes son los malos o los peores, y tengo que reconocer que en mi vida diaria conozco a muchos personas buenas, tendré que soltar un poco el miedo, pero cuando te tocan los muertitos o los tiros ya muy cerca, caray si te dan ganas de correr…
Los villanos de hoy mueren, pero cada día llegan nuevos, ahora es Lady Gordillo, Salinas con Mr. Gel Televisa, y estos partidos que son chupa sangre…¿Cuándo la sociedad civil se dará cuenta que estos villanos solo tienen caras nuevas? ¿Cuándo se darán cuenta los villanos que el hilo esta por romperse?
¿Se esta rompiendo el hilo por lo más delgado?
Lo de los abrazos prometo hacerlo y cuidarme mucho…tu también Caballo de un cuerno cuídate mucho
Ja, ja, Unicornio usted aquí puede decirlas completas…no tenemos reparo en ello, ¿Qué quiso decir? Hijos de su rechiflada madre… en verdad se valen las palabras hermosas que tiene el español mexicano, eso que dicen que son palabrotas, pero alivian el espíritu.
Creo que deberíamos decir hijos de la chingada en lugar de villanos ¿Como ves?
No, po’s sí. Es que la atávica educación de los longevos Unicornios no les permite ser tan expresivos… pero, además, no les queremos dar pretextos a esos hijos de su… ¡qué barbaridad! Van a decir que no es su culpa ser como son, sino de los que se …ingaron a sus respectivas progenitoras…
(y en una de esas se encuentran algún asesor que les respalde su aseveración con los ensayos de Octavio Paz, caraxo!).
Por eso, mejor les digo:
insanos, tunantes, canallas, malnacidos, sodomitas, perjuros, shútaros, shirgos, mentecatos, gándaros, lagartones, puñateros, shengos, rastreros, achantados, gárgaras, chiretongados, achantados, desmadrados, infames, caguetas,….
… caramba, bien dijiste que nuestro idioma tenía mucho de dónde escoger, jajaja!
Deseándote felices (y esperanzadores) sueños, se despide por el momento,
el adjetivoso Caballito con Cuerno…
Caballito para eso existe este rico lenguaje mexicano para soltar los miedos y recuperar las esperanzas, al poner la palabra pendejo para cualquiera de esos villanos, me siento más libre que el viento, en verdad es liberador el lenguaje puro y duro, y sobre sus progenitoras seguro ya lo tienen muy asumido, es más creo que ya hasta tienen un escudo protector…por lo pronto me atengo a las consecuencias de usar la palabra Chingar, esta en el diccionario de la Real Academia Española, así que vayan a chingar a su dulce progenitora…
Dice la de los Tacones que ella tiene a Lady Gordillo para recibir mentadas, la adopto como mamá. Creo que deberíamos ser sus hermanos en esas ocasiones.
Que pases una feliz noche, esta nenorra se va a dormir ahora..saludos Caballito con cuerno, ah, se me olvido que bueno que no eres un gato…ji, ji
Menos y Unicornio:
Con un día de retraso entro a leer esta entrada. Me gusta mucho, tal vez le faltó decirle a Mr. Haigasido que hay algunos pocos (como él y su nefasto e inútil gabinete) que viven (literalmente) y muy bién de hablar bién de México.
Coincido con el caballitocornudo, vamos a ocuparnos de no guardar silencio, de decirles lo que pensamos, de actuar.
El miedo paraliza y ellos lo saben. Lo supo Bush y por eso logró arrastrar a su país al precipicio. Así ganó Calderas: provocando miedo.
Animo, ánimo, no se achicopale mi Menos, que aunque resulta difícil vivir estos tiempos de crisis total, debemos prepararnos para que el cambio que se aproxima sea realmente mejor para todos.
Les deseo una muy feliz semana aquí acompañados y abrazados virtualmente, por supuesto, chismeando.
Sí, critiquemos a México, levantemos la voz y digamos: Hijos de la chingada! (disculpen el terminajo mis estimadas).
Ya es momento de construir ciudadanía, fortalecer a la sociedad civil y exigir, cómo dicen los del movimiento de anulación al voto «de la protesta a la propuesta».
Excelente colaboración de Denise Dresser, para reflexionar y actuar.
Un abrazo.
Por cierto ya adoptaron su diputado.
Recuerden que mañana iniciamos labores.
Ana Isabel ya tienes listo el primer correo a nuestra lacra Ramírez Acuña?
Saludos.
Laura B., paisana:
En cuanto nombraron a Opacao como presidente de la cámara, le di la bienvenida con un comentario venenoso en El Universal.
Estoy más que lista. Aunque él ya sabe que no es bienvenido. Su distrito fué el que más votos nulos obtuvo en las pasadas elecciones. Y se podría pensar que era el que menos debiera estar en ese puesto. El nefasto ese es la prueba de lo mal que están los Panistas.
Aquí segimos…
P.D. ¿Y la cocina, Apá?
Mi querida Paisana: sin duda fue su premio por no darle la coordinación de la bancada. Pero ya ves, en el pan (minúsculas deliberadas) se rigen por el «haiga sido como haiga sido».
En la noche me voy a sentar a redactar mi primer correo.
Sí los panistas, cada vez caen más profundo: me alegra.
P.D. Me uno a la pregunta de mi paisa: Y la cocina? Ya tengo hambre…
HOLA , de nuevo con Uds. Siempre que leo a la Sra. Dresser me satisface que toda una dama como ella ,tenga los ovulos bien plantados . Me dá gusto conocer aunque sea cibernéticamente a UNICORNIO . (Un saludo afectuoso) . Me gustaron los adjetivos que describen a lo santurrones,simoníacos, inquisidores, oscurantistas,impostores,embaucadores,,represores,parásitos, despojadores, depredadores, cretinos, mamarrachos,tiránicos,meretrices del poder. Refiriéndome a las PALABROTAS , es cierto que alivian el espìritu , pero , si se pronuncian con holgura, pierden su significado original, el impacto y la fuerza que poseen se acaba al pronunciarlas en demasía .Estoy convencido , si se aplican, debe ser en el momento justo y preciso . Por otro lado , me inquieta la Cédula de Ident. Ciudadana, aparte del gasto que representa ( dicen que alrededor de 3,000 millones de pesos) que instrumentos podrán leerla , cual será su costo y quién las tendrá . El ombudsman capitalino vé riesgos sobre ésto . Dicen además que es una imposición de los militares gringos que actualmente están en nuestro país por motivos del PLAN MERIDA e imponen acciones militares contra el terrorismo. Casi estoy seguro que será un mecanismo de control del Estado hecho a la medida del anterior gobierno de E. U. en forma única en todo el mundo, ya lo dijo Calderón. Pobre país, la guerra de Calderón contra el narco , desata un interrogatorio de confesión a falta de investigación. Todavía me guardo un deseo ante ello : que la política, como la vida en ocasiones necesita ser vestida con el ropaje de la esperanza. Un abrazo . Brandon.
¡Maritzaaaaaaaaaaaaa: close the door!!!
¿Se acuerdan de ese par: Maritza y Andrea.
Nada más para que vean el un programa de humor de los 70s, sin guión y a lo tarugo.
A propósito de que llegó Brandon.
Hola Ana Isabel y Lau, si se siente bonito decir majaderías a estos cabrones, y tiene razón Denise Dresser ¿A poco no más porque este señor Calderas dice nos debemos de callar lo que pasa en este país?
Ana Isabel, si me da miedo en verdad, no sabes cuanto a veces, sobre todo cuando el muertito ya no es noticia sino es pariente de alguien cercano, o tus amigos les toca la balacera, o amenazan a un miembro de tu familia, ahí es cuando te da miedo, carajo y te pones a pensar en que antes solo era nota…pero ahora saber de casos cercanos, yo me pongo a pensar ¿Hace cuanto que no me sentía temerosa? Creo que el día que mataron a Colosio, pero ahora es peor.
¿Cómo le puedo hacer entender a Her BB que es una situación nueva para mi y que me da el mismo miedo que a él sin caer en el pánico? Creo que su viaje le ayudará a relajarse…yo por lo pronto trataré de no oír tantas noticias malas, no oigo, no oigo soy de palo.
El fin de semana tocaron a mi puerta unos policías, cómo 5 y no panzones pero si fuertes, y armados, me dio mucho miedo…no sabía de que se trataba, y yo sola aquí, bueno preguntaron por otra calle, seguro un reporte de alarmas, pero el glup me dejo pensando ¿En quien confiar?
Un abrazo a las dos, perdón pero hasta ahora pude safarme un poco de la chamba.
Lau...me falta conseguir el correo de mi diputada y elegir mi diputado local…
Saludos
Brandon ¿Que tal Unicornio? Todo un personaje ¿Verdad? le debemos su llegada a Marichuy y a Aurore.
Yo lo siento pero con este país cómo esta, en manos del Sr. Haiga sido, si me dan ganas de soltar ajos y cebollas por mi linda boca, lo siento pero para eso esta el idioma, para utilizarlos, ¿Que se desgasta? mmmm, ni hablar.
La palabrotas están aceptadas por la RAE, ni hablar me gustan más que decirles santurrones…Brandon una disculpa pero así hablo, y mucho más cuando me enojo.
La Cédula de Identidad ¿Gasto? ¿Que me dices del Bicentenario? Ahí esta el verdadero negocio, no hemos hablado de él pero en verdad es un negocio impresionante…¿Para que?
Y el Plan Mérida es igual al Plan Colombia por supuesto.
No te pierdas mucho Brandon, abrazos.
Ana Isabel, je, je andas muy despierta hoy y ya son casi las 6, esta serie me encantaba en verdad.
Saludos.
No queridas, no, no estoy de acuerdo en lo que dijo Unicornio: que la esperanza nos la robamos nosotros mismos.
¡¡Ni maíz!! yo sí tení amucha, demasiada esperanza en que las cosas podían cambiar, que el tener la razón y unirnos una importante cantidad de oaxaqueños a decir ¡¡BASTA!! era suficiente, que salir de manera pacífica pero aguerrida y convincente a las calles a caminar, gritar, exigir era suficiente.Mis pies se cansaron pero yo seguí caminando, mi corazón, convicción y esperanza me asistían.
No yo no me robé mi esperanza, mi esperanza me la despedazaron las botas militares y los gases lacrimógenos,me la hicieron trizas el brazo fuerte de la ley, me la destruyeron el despotismo del Estado.
La he perdido y aún no la he podido recobrar.
Nos leemos muchitas, nos leemos
Linda Oaxaca, creo que Unicornio nos dejo un mensaje para recobrar esa esperanza, para decirnos que pese a todo no la perdamos por ellos, por este gobierno represor y por esas botas militares, no dejemos que la esperanza en los demás, en tu vecina, en tu amiga, en ti misma se pierda, creo que eso al final es el mensaje del Caballito de un Cuerno.
Muchos ciudadanos en este mundo que han pasado por dictaduras militares, nunca perdieron la esperanza de volver a ser libres, no dejemos que esta dictadura disfrazada de democracia nos quite la esperanza, busca en ti, seguro esta a tu lado y no la has visto.
Nos leemos muchita.