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Archive for 8 de May de 2014

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Cuatro razones para defender el Polyforum Siqueiros

Por: Xiuh Guillermo Tenorio (@xiuhtenorio)

No sólo razones relacionadas con el arte y la cultura hacen relevante la defensa del Centro Cultural Polyforum Siqueiros. Esta lucha es también una batalla contra la corrupción y la impunidad; es la voz de miles de ciudadanos que estamos indignados por ser testigos involuntarios de la pérdida de una gran cantidad de inmuebles catalogados ante una ambición inmobiliaria desmedida, que ha encontrado campo fértil en un grupo de funcionarios públicos, siempre dispuestos a ganarse unos cuantos pesos. Enlisto cuatro razones por las que me parece necesario alzar la voz:

1.- El legado del artista. David Alfaro Siqueiros fue uno de esos hombres que marcó a su generación y a las siguientes. No sólo por sus capacidades artísticas y creativas. Fue un hombre que entendió el arte como un medio para lograr otros fines, más amplios y más loables, como la equidad y la justicia social. No hay manera de entender el muralismo mexicano sin él; junto con otros dos grandes, Rivera y Clemente Orozco, sintetizó en paredes y colores la nación que inventamos, parafraseando al maestro Luis Villoro, después de la Revolución.

Alfaro Siqueiros no se limitó a trascender en los lienzos; fue un activista sin timideces, ni medias tintas. Sus posiciones en público y en privado lo llevaron a la cárcel, con lo que nuevamente, sin necesidad de usar su talento artístico, nos ilustró a un Estado carente de respuestas y lleno de insuficiencias.

Siqueiros fue un gigante de nuestros tiempos, desconocido por las nuevas generaciones, de ahí la relevancia de preservar su obra.

2.- Patrimonio cultural de México. La obra de Siqueiros está protegida por el Decreto que declara Monumento Artístico la Obra de David Alfaro Siqueiros, expedido por el Presidente José López Portillo el 18 de julio de 1980. Ante este hecho, parece ociosa la discusión sobre si puede hacerse algo o no en el terreno que hoy alberga al Polyforum.

No voy a abundar sobre el significado y lo que representa la obra del artista, en especial este majestuoso recinto. La Fundación Conciencia y Dignidad ha acertado en el camino a seguir: el reconocimiento de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Esto permitiría que el recinto se convierta en un espacio público, en beneficio de los mexicanos y de los admiradores de la obra del Maestro Siqueiros.

Hablar de la posibilidad de declararlo como Patrimonio de la Humanidad, es hablar de un proceso que requerirá algunos meses. No hay duda que a eso debemos aspirar, a pesar de que el camino es largo y complejo. La asociación ViveBJ nos ha llamado a actuar visibilizando esta problemática. Más de 35 mil personas hemos firmado esta petición, que si no lo han hecho los invito a hacerlo.

3.- Ícono del Distrito Federal y de la delegación Benito Juárez. De acuerdo con el Programa Delegacional de Desarrollo Urbano de la Delegación Benito Juárez vigente, el Polyforumestá catalogado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI) como uno de los 111 sitios patrimoniales y monumentos de la delegación.

El Polyforum es un oasis en medio de oficinas, restaurantes y negocios de todo tipo que han ido conquistando paulatinamente las colonias Nápoles y Del Valle. Las autoridades delegacionales deberían estar preocupadas por su protección, no por las posibilidades que le permiten un terreno de miles de metros cuadrados, en el que por su colindancia con la avenida Insurgentes podría construirse una torre parecida a las muchas que ya existen en la zona.

4.- Combate frontal a la corrupción y a la impunidad. En los últimos 15 años decenas de inmuebles catalogados, lo mismo por el INAH o el INBA, han sido demolidos con el propósito de construir nuevos desarrollos habitacionales en la delegación Benito Juárez. Desde el 2008, junto con otros compañeros Diputados en la ALDF, denuncié la colusión de autoridades delegacionales y capitalinas, que, con todo tipo de argucias y corruptelas, “autorizaban” la demolición ilegal de inmuebles catalogados.

Esta práctica se ha agudizado en los últimos años, autorizando no sólo desarrollos habitacionales, ahora también comerciales, como la plaza Patio Universidad, ubicada en la esquina de Av. Universidad y el Eje 8 Sur Popocatépetl, que según la nota “ALDF avala cambio de uso de suelo para plaza”, publicada en el periódico El Universal el 25 de febrero de este año, se regularizó meses después de su apertura. Otro ejemplo elocuente es el proyecto Mitikah, en el corazón del Pueblo de Xoco. Ambos desarrollos contribuyen a la extinción de uno de los pueblos originarios de la Ciudad de Méxicoque habían logrado sobrevivir a una realidad urbana que diariamente los aplasta. Pudieron con todo, menos con la corrupción. 

El edificio que albergaba la Octava Agencia del Ministerio Público, demolido hace unas semanas en la Colonia Narvarte, es otro buen ejemplo. Aquí el verificador de la Delegación, según consta en el oficio DGJG/CV/UDV-C/0100/2014, señaló no haber encontrado la dirección del inmueble, es decir, ¡la esquina de Avenida Cuauhtémoc y Obrero Mundial!

El Jefe Delegacional, Jorge Romero Herrera, no puede ser omiso ante estos casos. Su negligencia lo vuelve corresponsable de todos estos actos. Antes de que cometan una atrocidad en el Polyforum Siqueiros es indispensable que Romero Herrera tenga claro que él es el primer responsable de lo que ahí suceda.

Existe un proyecto de “remodelación” del Polyforum que nadie conoce; la opacidad es el primer eslabón en la cadena de corrupción e impunidad. Las autoridades culturales deben conocer los cambios que se pretende realizar para autorizarlos o rechazarlos; la “remodelación”según han confirmado los propios trabajadores del Polyforum está a unas semanas de iniciar.

Para decirlo con claridad, es el Jefe Delegacional quien debe impedir cualquier acción que pueda poner en riesgo la obra del Maestro Siqueiros, hasta en tanto las autoridades culturales, del Distrito Federal y de la Federación, tomen cartas en el asunto.

 

* Xiuh Tenorio es director general de Participación Ciudadana de la SEGOB y vecino de la delegación Benito Juárez.

 

 

 

 

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Mural de Fikos, Atenas, 2012 (fragmento) http://www.fatcap.com/graffiti/187025-fikos-athens.html

 

Navegaciones

Retrato del jodido adolescente

Pedro Miguel

 

Hay dos o tres razones de la adolescencia que la razón alcanza a entender, pero son la excepción y no la norma, porque en esa etapa de la vida la razón misma se encuentra sometida a juicio sumario. La parte acusadora anda a la caza de sus cómplices reales o imaginarios y quien se atreva a salir en su defensa será convertido en coacusado. La madre se angustia y llora en silencio cuando descubre que su criaturita se ha convertido en un Robespierre implacable aunque por suerte desprovisto de guillotina. El padre oscila entre romper para siempre o emprender un escarmiento ejemplar. El aludido, por su parte, toma nota de esta nueva muestra de incongruencia de los adultos, quienes le han pedido reiteradamente que realice ejercicios de distinción entre el bien y el mal, pero entran en crisis cuando se decide a hacerlos.

Hasta aquí la obra viene siendo más fársica que trágica, y en la inmensa mayoría de los casos se mantiene en el primer género, porque aunque ambas partes hagan todas las trampas del mundo, en el fondo actúan de buena fe y con el propósito sincero de restablecer el perdido equilibrio del universo.

Los chavos no pueden obrar de otra manera por dos motivos. El primero es que hasta ese momento han sido educados en el culto a la integridad, pero de pronto descubren la masiva ambivalencia de los adultos y, a través de ella, la ambivalencia general de la vida. El caer en la cuenta de que la realidad no es íntegra ni congruente ni coherente conlleva una sorpresa dolorosa y produce rabia y retraimiento, o bien impulsos que llevan a la búsqueda de paradigmas cerrados y perfectos para refugiarse del sinsentido y de la etapa misma por la que atraviesa el individuo, incluso si ello ocurre en un entorno óptimo y sin las agravantes sociales, económicas y familiares que padece la mayor parte de los jóvenes del país, que son por todos conocidas y que están arruinando la adolescencia de millones y el presente y el futuro de todos.

El segundo es que en esa etapa de la vida la dictadura de las hormonas sobre las neuronas –una constante que suele acompañarnos desde la cuna hasta la tumba– adquiere un cariz verdaderamente crítico, porque unas y otras pasan por momentos de transformación acelerada y simplemente no están en condiciones de establecer acuerdos mínimos. Si para una persona en sus cuarentas, o para cualquier persona de cualquier edad, es difícil identificar lo que es fruto del razonamiento de lo que es producto de su hervidero químico interno, esa tarea en la adolescencia resulta sencillamente imposible.

Pero además ocurre que en algún momento impreciso entre la pubertad y la mayoría de edad, todo cachorro humano equilibrado y saludable necesita entrar en conflicto con sus padres, con su familia, con la sociedad y con el mundo para forjar su propia identidad. Ese asunto de la identidad es harto conocido en el mundo de las ciencias sociales: para construirla se requiere de una otredad que la delimite y toda identidad pasa en sus momentos iniciales por una obligada negación del otro, lo que no significa que deba convertirse, a la postre, en una cosa excluyente o nazi. Pero como la identidad o el yo son entidades básicamente inexistentes, la única manera de delimitarlas es contrastarlas con otro ser o cosa:

–¿Quién soy yo?

–Lo que no eres tú.

Una de las dificultades que enfrentan los adultos para armonizar con los adolescentes es que éstos no sólo los necesitan para delinearse a sí mismos en el contraste, sino también, en buena parte de los casos (y así debe ser), para que les hagan el desayuno, los contengan en sus excesos y les arrojen un salvavidas cuando empiezan a ahogarse en el lago de su propia arrogancia. En esos casos es bueno tener en cuenta que cuando salgan a la orilla incriminarán, todavía empapados y escupiendo agua: Y a ti, ¿quién te dio derecho a rescatarme?

Lo anterior puede parecer un punto de vista burlón y condescendiente, pero no lo es. Los chavos necesitan explorar los límites de su sensatez y de su resistencia, necesitan operaciones de salvamento cuando las cosas van mal y requieren cuestionar el desempeño de todos. Esto no es una representación en la que se les ofrezca un espacio para sentirse superiores a los adultos, porque en muchos casos la superioridad no es una mera sensación, sino una realidad: en la adolescencia se expresan por primera vez aptitudes, fortalezas y capacidades que distinguirán a la persona durante el resto de su vida, y es razonable suponer que en algunos terrenos físicos, afectivos, éticos o intelectuales estén ya por encima de los adultos que los rodean. Y ocurre que el desarrollo en esos ámbitos no es necesariamente parejo, por lo que los chavos se convierten –casi siempre sin saberlo, eso sí– en unos costales de contradicciones.

Pueden ser dueños de una fuerza desmesurada y al mismo tiempo extremadamente débiles y vulnerables. Son extremadamente generosos y exasperantemente tacaños. Son tan irresponsables como Vicente Fox y luego se sienten responsables, personalmente responsables, hasta por los muertos de las Guerras Púnicas. Son más intrincados que Hegel y más elementales que Paulo Coelho. Se emborrachan, se pachequean, se masturban como changos y cogen como conejos, pero se preservan inocentes como el Inmaculado Corazón de María o como los propios conejos, que cogen mucho pero no pecan nada. Se apasionan con todo y todo les vale madre.

A esas y muchas otras contradicciones sincrónicas hay que agregar las sucesivas, la volubilidad y los cambios de humor. Porque cambian todo el tiempo. Cada semana, cada día, cada hora. Si ayer exhibían una frugalidad gandhiana, hoy se comen media vaca. Cuando uno está a punto de llevarlos al médico porque duermen demasiado les llega una racha de cinco días sin dormir. Un día amanecen con la sensibilidad auditiva de un espía y esa misma tarde son más sordos que un gobernante. Por momentos son empáticos como una esponja empapada en las aguas balsámicas de la piedad y luego se tornan implacables como una piedra con espinas.

Y la intensidad: aman y odian con ferocidad semejante, bailan hasta caer desmayados, discuten apasionadamente por cosas nimias, como si fueran obispos en un concilio medieval.

Es fácil aceptar el hecho de que la mayor parte del tiempo los adolescentes viven en la Luna, pero hay que reconocer también que desde allá nos formulan observaciones agudísimas sobre la realidad.

Dicho lo dicho, lo más recomendable es dar por terminado el asunto, no insistir en él y ofrecer una disculpa, porque si algo resulta molesto a los adolescentes es que uno se ponga a hurgar en su interior. Son seres extremadamente pudorosos y tienen razón de serlo y les asiste todo el derecho.

navegaciones.blogspot.com

Twitter: @Navegaciones

http://www.jornada.unam.mx/2014/05/08/opinion/040o1soc

 

 

 

 

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Un cuarto de siglo

JOSÉ WOLDENBERG / Publicada el 08/05/2014 12:00:00 a.m.

 

Hace 25 años nació el PRD. Su creación es impensable sin lo que había sucedido en las elecciones de 1988. Como se recordará, la escisión de la Corriente Democrática del PRI encontró primero en tres partidos (PARM, PPS y PFCRN) y luego en cuatro (PMS), una plataforma para el lanzamiento de la candidatura presidencial del Ingeniero Cárdenas. Pero el Frente Democrático Nacional fue mucho más que la convergencia de esas agrupaciones ya que logró sumar a una amplia constelación de organizaciones de la izquierda política y social. El crecimiento de esa candidatura hizo de aquellos comicios los primeros realmente competidos de la historia reciente. Y el mismo día de las elecciones, en la noche, fue claro que México y su pluralidad no cabían bajo el manto de un solo partido y que por desgracia ni las reglas ni las instituciones ni los funcionarios encargados de la tarea electoral estaban capacitados para procesar con limpieza los resultados.

El PRD se fundó gracias a un llamado que realizó el Ing. Cárdenas para que el potente movimiento que se había manifestado en las urnas no se esfumara y encontrara una vía institucional para su preservación y crecimiento. Fue una iniciativa virtuosa y sus resultados están a la vista: el PRD es uno de los tres grandes partidos nacionales que han ordenado la vida política del país desde entonces. Contrasta con lo que sucedió en el pasado con otras escisiones del PRM-PRI que luego de desatar movilizaciones relevantes, después de los comicios, se evaporaron. Piénsese en Almazán, Padilla y el general Henríquez, cuyos desafíos al partido oficial fueron flor de una elección. La iniciativa de formar el PRD encontró un marco constitucional y legal favorable, pero sobre todo reunió a una diversidad de corrientes y personalidades, ofreciéndoles un nuevo horizonte. Se trataba, como todo partido, de tener un pie en la sociedad y otro en el Estado, de nutrirse de la historia y las tradiciones de la izquierda y hacerlas gravitar en el mundo de la representación y los gobiernos.

No fue la primera iniciativa para unificar a la izquierda, pero ha sido la más significativa. Ya en 1981, con la creación del PSUM, cinco organizaciones se habían fusionado, y en 1987, con la fundación del PMS se había dado un paso más ambicioso en el mismo sentido. Pero el proyecto del PRD reunía, como nunca antes, a ese universo abigarrado, contradictorio y diverso al que por economía de lenguaje llamamos izquierda: la del PRI y las independientes de muy distinta matriz. En unos cuantos años el PRD se convirtió en el referente más importante de ese universo, y los partidos que no concurrieron a ese esfuerzo unificador perdieron su registro.

Su fuerza y su debilidad se alimentaron de las mismas fuentes: la diversidad de expresiones multiplicó sus posibilidades, su poderío, pero hizo difícil su conciliación interna; sus carismáticos liderazgos potenciaron los puentes de contacto con el firmamento móvil e inasible de electores, pero taponaron las posibilidades de fortalecer los circuitos de deliberación y acuerdo. No obstante, sus resultados están a la vista: gobernará el DF por lo menos durante 21 años, ha gobernado o gobierna los estados de Guerrero, Tlaxcala, Michoacán, Morelos, Baja California Sur, Zacatecas, Chiapas, Tabasco y en coaliciones Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Nayarit. Hoy encabeza 400 ayuntamientos, 14 delegaciones en el DF, tiene 22 senadores y 101 diputados (Reforma, 5 de mayo). Curiosamente esos logros en ocasiones no son valorados porque no ha alcanzado la Presidencia de la República. (Recordemos, porque al parecer hace falta, que en las elecciones de 1979, 82 y 85 los votos sumados de todos los partidos de izquierda oscilaban alrededor del 10 por ciento).

Es -a querer o no- un partido de oposición pero también de gobierno. Y al parecer, ha comprendido que es una fuerza política relevante que está condenada a vivir, convivir y confrontarse con otras. Que la diversidad de intereses, pulsiones, ideologías, que modelan a la sociedad no pueden ni deben encuadrarse bajo una sola organización, liderazgo o ideario. Y que por ello su mejor destino es el de contribuir a aclimatar entre nosotros las normas, instituciones y rutinas que permiten la convivencia/competencia de la pluralidad política. Sin embargo, ahora tendrá que afrontar y coexistir con la más significativa ruptura que se ha dado en sus filas: Morena. Y ese desafío es de pronóstico reservado. Por lo pronto es mejor ser historiador que apostador.

http://www.am.com.mx/notareforma/37433


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