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Archive for 11 de May de 2015

Hoja Volante

Valle de San Quintín estalla

Por Joel Hernández Santiago I Mayo 10, 2015 I 2:27 pm

El sábado 9 de mayo a las 9 horas hubo una intervención policiaca en el Valle de San Quintín, en Baja California. Fue la Policía Estatal Preventiva. Más de 70 heridos; muchos de ellos graves, todos jornaleros.

 

Fue un operativo que tenía como objetivo ‘controlar’ un movimiento que va en aumento desde el año pasado y que es el resultado de la suma de abusos patronales, errores de gobierno, descuidos, corruptelas, inconsistencias e influyentismos. Pero sobre todo tiene que ver con la incapacidad del gobernador Francisco –Kiko– Vega de Lamadrid (PAN), para salir, dar la cara y buscar una solución al problema que ya se le salió de las manos en tiempos electorales.

 

Según la versión oficial, este sábado, en la comunidad Triqui de la colonia Nueva San Juan Copala, un grupo de jornaleros quería ingresar al campo agrícola Rancho Seco, donde se cultiva jitomate. Otro grupo de jornaleros intentó disuadirlos porque el miércoles próximo llegará el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación Luis Enrique Miranda Nava para solucionar. (Había cancelado el viernes 8 de mayo porque “no tenía forma de llegar al lugar”). Aterrorizado el propietario del rancho mandó a llamar a la policía que llegó de inmediato para evitar la “invasión y la posible quema del rancho”.

 

Nada de diálogo o disuasión: Según testigos, la policía llegó y de inmediato los agentes comenzaron a tirar balazos, a la gente le quitaron los celulares para que no grabaran la agresión –dicen- mientras alguno de los agentes gritaba: “¡Ahora sí se fregaron; los vamos a matar”.

Los jornaleros que estaban ahí corrieron para resguardarse entre calles y casas, pero eran perseguidos y hasta ahí llegaron los uniformados que lanzaron balas de goma y una tanqueta. Con palos y piedras los jornaleros intentaban su defensa. Fueron 70 heridos, siete de ellos graves y cinco detenidos y una situación extremadamente complicada para el gobierno estatal  y federal.

 

Desde octubre de 2014 un grupo de trabajadores de los aproximadamente 75 mil que hay ahí, advirtió al gobierno estatal que la situación laboral para ellos era insostenible. El 22 de enero de este año quisieron establecer otra mesa de diálogo, pero los trabajadores vieron cómo llegaban a las pláticas funcionarios menores sin autoridad y sin toma de decisiones.

 

Se menospreciaba el pliego petitorio para el que querían el apoyo del gobernador y a quien pedían que convocara a un diálogo con los patrones de las 12 empresas a las que se señala de “darles trato de esclavos y violar los más elementales derechos humanos y laborales” y con los secretarios del ramo para mejorar las condiciones de trabajo.

 

Según Zeta, como la peor empresa se señala a la compañía Santa María de Los Pinos, “es propiedad de los hermanos Víctor y Antonio Rodríguez, éste ex secretario de Fomento Agropecuario en el Estado. Misma situación en la que se encuentran las empresas Valladolid y Aragonés, propiedad de Manuel Valladolid Seamanduras, actual secretario de Fomento Agropecuario en BC”. El gobernador no quiso acercarse ahí.

 

El pliego petitorio del que enviaron una copia al presidente Enrique Peña Nieto incluye: “El respeto al derecho laboral para los trabajadores agrícolas; revocación del contrato colectivo firmado por la CTE y la CROC; afiliación al Seguro Social; pago de todas las prestaciones de Ley, como aguinaldo, vacaciones, horas extra; desaparición del salario compactado; sueldo de 300 pesos al día; respeto los derechos de las madres trabajadoras y fin al acoso sexual por parte de mayordomos y patrones…”

 

La madrugada del 17 de marzo comenzó la movilización de jornaleros. Ahora se exigía la presencia del gobernador y del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. No hubo respuestas. Una confrontación estalló y hubo saqueos y bloqueos, particularmente en la carretera Transpeninsular.

 

La otra respuesta fue la detención de muchos y más tarde el envío de un funcionario menor para intentar disuadir a los jornaleros: el subsecretario de Gobierno estatal, Pablo Alejo Núñez, que lo único que hizo fue empeorar la situación. El gobernador no fue, pero desde su helicóptero sobrevoló la zona: “No estaban dadas las condiciones”, diría.

 

El grito: “¡Por qué no viene el gobernador? ¡Que dé la cara: cuando andaba de candidato vino sin importar si hacía frío y ahora no se para para enfrentar los problemas!”

 

Alejo Núñez: “¡Tengo dos días sin comer, por Dios! ¡Se los juro, no he comido: necesito unos taquitos de frijol!… muchachos, quiero que entiendan: nosotros –gobierno- no creamos estas condiciones, me voy a llevar su carta…”

 

–¡No, usted no se va! ¡Usted se queda aquí!… ¡que venga el gobernador por usted, si el gobernador lo aprecia, que venga por usted, que dé la cara, que no lo aviente por delante…!”

 

Los ánimos en San Quintín están exaltados. El origen laboral del problema pudo solucionarse desde instancias municipales y estatales. Pero ha remontado. Aun así, la inexperiencia para la negociación política, el temor a que se descubran complicidades entre empresarios y gobierno, la falta de estrategias de diálogo político para la disuasión y la ausencia de un contenido social a los programas de gobierno están ahí, a la vista, en San Quintín…

 

El miércoles 8 de mayo tiene prometida su asistencia el subsecretario Luis Enrique Miranda Nava. Tiene un problema serio ahí; pero también los jornaleros han demostrado voluntad de diálogo y viabilidades para llegar a acuerdos justos. ¿Podrá solucionarlo? ¿Y el gobernador Kiko, acudirá esta vez para hacer su trabajo?… ¿Y la responsabilidad de los propietarios en dónde queda?… Ya veremos.

 

http://www.24-horas.mx/valle-de-san-quintin-estalla/

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Elección sin castigo / Jesús Silva-Herzog Márquez

Reforma

Reforma

Una democracia necesita perdedores. Sin derrotas no hay democracia. Así lo ha visto el politólogo polaco Adam Przeworski, quien definió la democracia precisamente como un sistema donde los partidos pierden elecciones. Lo dijo para mostrar la incertidumbre que envuelve sus procesos: alguien ganará y, necesariamente, alguien perderá en las votaciones. Lo dice también para subrayar que el proceso democrático inevitablemente lastima a alguien. Quien gana ahora puede perder después. No puede haber partidos imbatibles. Si hay actores políticos o agentes económicos que no pierden nunca, que no pueden perder, ese régimen merece otra denominación. Las elecciones son pieza clave de la rendición de cuentas: el electorado puede, el día de la elección, cobrárselas a quienes no entregan buenos resultados. Para adquirir sustancia, el voto necesita ser amenaza. Si el voto no intimida a la clase política no tiene el vigor indispensable del voto. Acepto que las elecciones pueden ser débiles proyecciones de la voluntad colectiva pero pueden ser eficaces instrumentos de castigo. Son por ello menos útiles para expresar lo que se quiere que para reprender lo que se rechaza.

El sistema electoral que hemos construido ha formado una cápsula que protege a los dirigentes de los partidos políticos y los mantiene prácticamente a salvo de la amenaza del voto. Así, las cúpulas de los partidos caminan hacia la elección como si no tuvieran nada que perder y, tal vez, tienen razón: sus resultados pueden ser buenos o malos pero, en realidad, no corren ningún riesgo. Gracias a la pista proporcional no corren el menor peligro de perder asiento en el Congreso o perder su posición en el partido.

Vale detenerse en esta perversión de nuestro régimen electoral. Su trazo básico tiene ya varias décadas. El propósito inicial era estimular y cuidar la diversidad: abrir la competencia para que se formara un congreso pluralista. Animar la institucionalización de los partidos. El propósito se cumplió: desde hace 18 años no hay mayoría en la Cámara de Diputados. El gran problema es que ese pluripartidismo parece hoy impermeable a los vaivenes de la opinión pública y, sobre todo, cerrado a la posibilidad del castigo. Naturalmente, en las elecciones de junio habrá partidos que ganen menos votos que otros, partidos que desciendan en relación a votaciones previas, habrá partidos que tengan menos representantes que otros. Pero podemos decir que se trata de oscilaciones menores, fluctuaciones electorales que no constituyen ni un premio claro ni una sanción precisa.

Espero ya la escena de la noche de la elección: todos los dirigentes de los partidos políticos, a excepción de los que pierdan el registro, se proclamarán ganadores de la jornada. Unos presumirán su presencia en la nueva Cámara de Diputados, otros hablarán del estado que recuperaron o la alcaldía que mantienen bajo su dominio, otros más festejarán que la catástrofe que se vaticinaba no se produjo. Cada uno expondrá sus argumentos y tendrá, en buena medida, razón. En nuestra democracia, los dirigentes de los partidos políticos no pueden perder. Ha habido alternancia pero no rendición de cuentas. Los partidos pueden ganar o perder, suben y bajan, pero las cúpulas de los partidos han contratado en nuestras instituciones electorales un fantástico seguro político. Gracias al diseño de nuestras reglas, aunque los votantes repudien a un partido, sus dirigentes no padecerán las consecuencias de ese rechazo.

La anomalía que detecto es que no se activa uno de los procesos indispensables de la oxigenación democrática: la aceptación del castigo y la renovación que necesariamente desencadena esa sanción. Si el voto no lastima a nadie, no cuenta. Ése es el absurdo de nuestro régimen electoral: creyendo cuidar a los partidos, protege a sus regentes. No conocemos ese refresco de la política tras las elecciones porque, por una parte, las derrotas siguen siendo tachadas por algunos como ilegítimas pero, sobre todo, porque las derrotas no lastiman personalmente a los barones de nuestra política partidista. El dirigente del partido vapuleado se puede desentender fácilmente del veredicto, en tanto que su asiento en el Congreso está fuera de peligro. Un sistema electoral que no amenaza a la clase política es un chiste. Voto que no castiga no es voto.
http://www.reforma.com/blogs/silvaherzog/

http://agendapoliticanacional.infp.prd.org.mx/resumen.php?articulo_id=405282

 

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El mundo los espera / Denise Dresser

Reforma

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Día de las Madres. Día en el cual -según las convenciones sociales de la época- a uno la llevan a comer, la celebran, le envían flores, le escriben tarjetas. Pero prefiero usar el momento de otra manera, para escribirle a mis hijos y a los hijos de quienes me leen lo que quisiera que supieran. Aquí desde la humildad, desde la imperfección, desde los errores y también, espero, los aciertos. Ser madre no es tarea fácil ni viene con un manual de instrucciones. A veces he deseado para ustedes cosas que no desean para sí mismos. A veces no he sabido dónde acabo yo y dónde comienzan ustedes.

Lo que sí sé con prístina claridad es que he tratado de educarlos para vivir con un sentido de obligación moral. Con un sentido de responsabilidad con su país y con su mundo. Para ser auténticos y audaces y agitadores y abrir los brazos a lo nuevo, lo inexplorado. Para combatir el sexismo y el racismo y el militarismo y todos los ismos que aún nos aquejan. Para entender que vivirán el gozo inexplicable y la tragedia más allá de las lágrimas. Y en ese camino, ojalá nunca sigan a los héroes decorados del fraude y la corrupción ni emulen las fallas de nuestro país y de nuestro tiempo. Más bien están aquí para crear comunidades de poesía y mariposas y amistad y causas y besos y verdad y posibilidad.

He tratado de educarlos para que participen, porque la democracia no es un deporte de espectadores. He intentado criarlos para que en vez de preguntar ¿Por qué no alguien hace algo? pregunten ¿Por qué no hago algo yo?. Y sí, quiero que busquen la felicidad, pero creo que proviene de hacer cosas que valen la pena. La felicidad no es suficiente, como escribió Toni Morrison. El éxito personal desligado o desentendido de la justicia social equivale a una vida trivial. Equivale a verse bien en vez de hacer el bien.

Y aspiro a más para ustedes. Hay mucho trabajo serio, difícil, noble que hacer. Cambiar lo que hay que cambiar. Están aquí para ser -como lo escribía Aristóteles- animales políticos. Están aquí para ser ciudadanos efectivos en búsqueda de una democracia pluralista, liberal, anti-tribal. ¿Y por qué ustedes y tantos jóvenes más de su generación? Porque el mundo y el país no pueden esperar. Porque son ciudadanos de una democracia fallida e imperfecta, pero ciudadanos al fin . Y eso implica estar casados con lo político sin posibilidad de divorcio, como dice el dramaturgo Tony Kushner. No actuar es actuar. No votar es votar. Si se rehusan a actuar le abrirán la puerta al mal que se cuela; al mal que está muy contento con la impunidad y los feminicidios. Estos son tiempos monstruosos de estudiantes calcinados y jornaleros golpeados.

Ante estos tiempos nublados la esperanza que insisto en transmitirles no es una elección. Es una obligación. Y la esperanza no es ingenua; todos los días lucha contra la desesperanza. Pero si pierden la esperanza pierden el alma, y si la pierden se volverán como esos zombies de las películas que les gusta ver y que caminan por tantas oficinas de este gobierno. Piensen en las palabras del poeta Czeslaw Milosz: … el día se acerca a otro, haz lo que puedas.

Y sigan leyendo muchos libros porque cuando leemos -escribe Collum McCann- empezamos a vivir en los cuerpos de otros. En la madre que busca desesperadamente a su hijo y no acepta el ya supérenlo. En el migrante que se sube a La Bestia sólo para acabar empacando carne en una gélida fábrica en Dakota, atrapado en una jaula de oro. En la mujer encarcelada por ser mala madre ya que no pudo hacer nada cuando su novio aventó a su hijo contra una pared, matándolo. Lean para que puedan engarzar la empatía con la compasión y con la acción transformadora.

Finalmente, si no están de acuerdo con estas palabras que les escribo, cuestiónenlas. Cuestiónenme. Son hijos de la inteligencia libre; así los eduqué. Para que piensen por sí mismos, para que cultiven su humanidad a través del debate. Sólo les pido que ante los retos extraordinarios que enfrenten en México y más allá, traten de restaurar algo de la belleza y la paz y la justicia que hemos perdido. Traten de conjugar esas palabras que comienzan con la letra r: reconstruir, reformar, reinventar, reimaginar, reconsiderar. Conéctense de manera profunda a su patria y a quienes la habitan. Ese sería para mí el mejor regalo de Día de las Madres: que dejarán su país maltrecho mejor que como lo encontraron. Que recordarán la valentía que cargan adentro para hacer cosas extraordinarias, milagros incluso. Y por cierto, gracias por el privilegio de ser madre, su madre.

http://agendapoliticanacional.infp.prd.org.mx/resumen.php?articulo_id=405281

 

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