Salvajemente alburera
El pozo de los deseos reprimidos
Álvaro Cueva
México está lleno de grandes talentos pero hay una comunicadora a la que yo admiro profundamente y a la que algún día le voy a hacer un homenaje con diploma, mariachis y toda la cosa.
Aunque hemos coincidido en algunos eventos, jamás nos hemos ido a tomar un café ni nos hemos contado nuestras vidas. Le voy a escribir bien de ella porque creo en ella.
Se trata de Fernanda Tapia. No sé si la ubique porque no es una estrella más de El Canal de las Estrellas y porque no canta con Toñita en “La academia”.
Fernanda es la conductora de “El almohadazo” del Canal 52MX, colaboradora de “Diálogos en confianza” de Once TV México y compañera de Andrés Roemer en “Entre lo público y lo privado” de Proyecto 40.
A lo mejor la ha visto conduciendo infomerciales, haciendo periodismo en “La revista del consumidor”, la ubica de alguna otra chamba o, incluso, reconoce su voz.
Fernanda le da vida, en español, a Mary Alice, la narradora de “Esposas desesperadas”.
Yo la admiro porque encuentro en ella algo que no veo muy seguido: versatilidad.
Muchas personas participamos en varios programas de televisión o de radio para poder completar para pagar la renta, pero siempre trabajamos igual.
Podemos cambiar de ropa, de maquillaje o de peinado, pero somos los mismos. Fernanda, no.
Ella es “salvajemente alburera” en “El almohadazo”, impresionantemente docta en “Diálogos en confianza”, humilde en “Entre lo público y lo privado” y ni hablemos del resto de sus trabajos.
Nada que ver entre la Fernanda Tapia que participa en una cosa y la que sale en las otras. Le cambia hasta la mirada. Ella es como la Sybil de la comunicación nacional. La adoro.
Me encantaría escribir su biografía porque cualquier cosa que yo le pudiera contar de ella ahorita es nada en comparación con todo lo que ha hecho en televisión, radio y en otros medios.
Y porque estoy convencido de que la historia de esta señora le serviría de inspiración a miles de personas que aman la comunicación, que la estudian y que sueñan con pararse algún día atrás de un micrófono o frente a una cámara.
Fernanda tiene montones de anécdotas que le servirían más a la gente que las aventuras del tipo que golpeó a Fabián Lavalle, que las declaraciones de La Chiva o que todos esos mensajes que a diario nos llegan de personajes nocivos que se pudren en popularidad.
Una de las que más celebro tiene que ver con “El almohadazo”. Por si usted no lo sabe, este programa acaba de cumplir un año al aire y amerita varios reportajes especiales.
“El almohadazo” es lo más parecido que tenemos hoy a lo que fue “El mañanero” en el viejo CNI Canal 40, un espacio insólito donde se dan las noticias con humor, creatividad y picardía, y sin que el presupuesto brille más que las ideas.
Se transmite de lunes a viernes, en vivo, en capítulos de una hora, y déjeme se lo describo un poco para que entienda la dimensión de “lateshow” que tenemos y que no promovemos.
“El almohadazo” inicia con Fernanda anunciando lo que va a presentar entre chistes y albures. Luego hay una primera parte en la que comenta las noticias una por una con unos textos hilarantes.
No hay noticia de descabezados, narcotraficantes o inundaciones que no termine por hacer que nos carcajeemos mientras Fernanda nos la está contando. No la hay.
Y sale el “Loquero mucho” (un especialista en temas psicológicos), el “Escort final” (parodia de “Score final” que consiste en un “streaper” que habla de deportes) y la becaria (una colaboradora que finge ser una niña fresa).
Y al rato aparece el Doctor Bolavski con sus reportajes de cultura, o La Rulos con sus aportaciones periodísticas o el gran Enrique Hernández Alcázar (“El Weso”), entre muchos otros colaboradores más.
Por supuesto, hay entrevistas en una cama en el mejor estilo de lo que alguna vez fue “La ciudad con sexo” y, en general, este programa es una maravilla.
Si usted no tiene acceso al Canal 52MX porque no forma parte del menú de su sistema de televisión de paga, no se preocupe. Puede ver “El almohadazo” por internet o descargarlo en su iPod completamente gratis vía iTunes.
Se va a reír porque Fernanda y sus amigos están rematadamente locos, porque tienen un equipo de escritores que supera a cualquier otro de este tipo en toda la industria de la televisión mexicana y porque la libertad con la que hablan es tremenda.
Mientras todo el mundo estaba en “shock” por lo de Salvador Cabañas, por ejemplo, “El almohadazo” no paraba de hacer reír a sus televidentes con este asunto.
¡Gracias! Gracias por hacernos reír justo ahora que tanto lo necesitamos. Gracias por hacernos reír hasta de nuestras peores desgracias.
Señores de “El almohadazo”: ¡Feliz aniversario! Y Fernanda Tapia: Felicidades por ser una de las mejores comunicadoras de México. Te admiro mucho y no creo ser el único. ¿O sí?
acueva@milenio.com
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