Archive for 20 de noviembre de 2012
El intocable Bailleres
Posted in Columnas, Economia, Mamá Limpieza, Nuestro mundo, Política, tagged Baillères tiene razones para agradecerle a FCH; su fortuna se disparó en este sexenio, El intocable Bailleres on noviembre 20, 2012|
Jorge Zepeda Patterson: Lo que importa no está aquí
Posted in Columnas, Economia, Medios de Comunicación, Nuestro mundo, Política, tagged Jorge Zepeda Patterson: Lo que importa no está aquí on noviembre 20, 2012|
Lo que importa no está aquí
Jorge Zepeda Patterson
18 de noviembre 2012
Lo que verdaderamente importa no está en esta sección del periódico, sino en otra. Es en las páginas llamadas de negocios o de economía, y no en las de política, en donde se decide el destino de la gente. Su empleo, la velocidad a la que se dispara su tarjeta de crédito, la posibilidad de ser desalojado de su casa, lo que sus hijos ven, oyen y actúan, como tantas otras cosas importantes de la vida no las va a decidir Peña Nieto, ni su gobernador. Lo definirán operadores anónimos enfrente de una pantalla con gráficos en Nueva York, Londres, Madrid y, ocasionalmente, en México.
Las políticas de los gobernantes ayudan o perjudican en la misma medida en que una gabardina hace alguna diferencia en un domingo de tormenta. Pero es la lluvia la que decide si la jornada es de picnic y recorridos en bicicleta, o de encierro apertrechado en casa o en un cine. Eso es justamente lo que están viviendo los españoles y los griegos, y hace dos años los norteamericanos. Y con menos dramatismo el resto de los habitantes del planeta, por ahora.
Y esto apenas comienza. Capitales internacionales están comprando la tierra de cultivo en África y partes de América Latina; el servicio del agua para abastecer las ciudades se está concentrando en un puñado de trasnacionales; el valor de los alimentos depende en gran medida de las operaciones de futuros que realizan los especuladores en los mercados de Chicago. El estado de los mares y los bosques no lo decide precisamente la Semarnat y sus equivalentes internacionales.
Los capitales financieros están fuera de control por parte de los gobiernos. Generan burbujas inmobiliarias artificiosas que terminan por pincharse solas. La calificación de Standard&Poors convierte en impagable la deuda de un país. En resumen, hay una enorme transferencia de valor a escala internacional del capital productivo al capital financiero, por no decir especulador. Y no hay Estado nacional capaz de hacerle frente. Ni siquiera las mejores intenciones del G20 o el G8 han servido de mucho para frenar las veleidades de la globalización financiera (Los Grupos G-algo, como el punto G, parecen ser más una leyenda urbana que una realidad).
Los periodistas nos hemos obsesionado con los políticos, al grado de convertirnos en una especie de subclase política. Las columnas describen con mínimo detalle con quien comió Manlio Fabio Beltrones y los ‘chistines’ de Felipe Calderón, pero en el proceso nos hemos olvidado de lo que están haciendo los verdaderos amos del planeta. Es en los consejos de BBVA en Madrid o de CityGroup (Banamex) en Nueva York donde se definen las posibilidades de que usted o su empleador reciban el crédito para sobrevivir o expandirse, y es en el Deutsche Bank que financia a las armadoras alemanas donde se decide el empleo de muchos poblanos. Un especulador ruso puede ser el factor que determine si el exportador de tomate sinaloense tenga ganancias o pérdidas este año. Y es un consejo de empresa de Baillères (el dueño de Palacio de Hierro y Peñoles) el que definirá en última instancia la calidad del agua que beberán los cancunenses y los capitalinos.
El problema es que los periodistas no estamos cubriendo estos temas. A muchos lectores pueden parecerles agresivas las investigaciones de Jenaro Villamil sobre Televisa, pero es lo que tendríamos que estar haciendo muchos colegas con otras compañías. No se trata de satanizarlas, pero sí de transparentar el impacto que sus decisiones tienen en la vida de los mortales.
Por desgracia la cobertura de negocios en prensa y noticieros suele ser la más obsequiosa. El nivel crítico que se lee en la sección de deportes o en la de política no existe en las páginas de economía.
El dueño de un diario argentino solía exigir a sus periodistas que fuesen de izquierda en temas sociales, de centro en materia política y de derecha en asuntos de negocios. No sé lo primero, pero esta última parte es universalmente obedecida. No es casual que los periodistas y columnistas de negocios no sólo sean los mejor vestidos en toda redacción; son también los que terminan con las mejores remuneraciones.
No necesariamente significa que estén vendidos (ciertamente no todos). Pero son muy comunes los viajes internacionales pagados por empresas, la atención que reciben de los P.R. con oficinas en las Lomas y la enorme efectividad de los boletines de prensa de los consorcios (mucho más profesionales que los del sector público). En todo caso, los medios de comunicación suelen pensárselo dos veces antes de cuestionar a un anunciante.
Lo que importa está en otro lado, y no lo estamos viendo.
@jorgezepedap
http://www.vanguardia.com.mx/loqueimportanoestaaqui-1422123-columna.html
¿Consejo Nacional por la Ética Pública?
Posted in Columnas, Nuestro mundo, Política, tagged ¿Consejo Nacional por la Ética Pública?, El bodrio de Peña Nieto por John M. Ackerman on noviembre 20, 2012|
El bodrio de Peña Nieto
John M. Ackerman
19 de noviembre de 2012
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La propuesta de Enrique Peña Nieto para supuestamente combatir la corrupción es un bodrio que de manera cínica y malintencionada ignora la vasta experiencia acumulada en México y América Latina en la materia. Mezcla elementos incompatibles de distintos modelos internacionales con la única intención de tender una cortina de humo para encubrir la andanada de fechorías que su gobierno iniciará a partir del 1 de diciembre. Los ingenuos intelectuales y figuras de la sociedad civil que decidan acompañar esta nueva aventura institucional pondrán en grave riesgo su prestigio y credibilidad.
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (RAE), el término “bodrio” significa “una cosa mal hecha, desordenada o de mal gusto” o, con mayor precisión, “un caldo con algunas sobras de sopa, mendrugos, verduras y legumbres que de ordinario se daba a los pobres en las porterías de algunos conventos”. La propuesta de Peña Nieto cumple a cabalidad con esta definición.
La parte medular de la iniciativa no se encuentra en el proyecto de reformas constitucionales enviado al Senado de la República para crear una Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), sino en la iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF) remitida a la Cámara de Diputados. Dicha iniciativa, hoy a cargo de Manlio Fabio Beltrones, propone la total desarticulación de los actuales sistemas de control interno y de profesionalización de la administración pública federal por medio de la desaparición de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
A partir de la reforma, los contralores internos de cada secretaría de Estado ya no dependerán de la institución supuestamente independiente y profesional que tendría que haber sido la SFP, sino que serán nombrados directamente por los titulares de la secretarías correspondientes. En consecuencia, cada una de éstas se convertirá en feudo exclusivo de su titular, sin posibilidad de control o intervención alguna desde la SFP o, por medio de ésta, desde la propia Presidencia de la República.
Con ello desaparecerá la posibilidad de articular acciones a nivel federal para combatir la corrupción o mejorar la administración pública. Cada secretaría se convertirá en un principado de territorio exclusivo de su titular. Nos despediremos así de una vez por todas del lastimado servicio civil de carrera tan cacareado por Vicente Fox como uno de los supuestos “grandes logros de la transición democrática”.
Si bien la reforma señala que la Secretaría de Hacienda asumiría algunas de las facultades normativas con las que hoy cuenta la SFP, una comparación sistemática del viejo artículo 37 de la LOAPF con la propuesta del nuevo artículo 44 de la misma normatividad demuestra que el PRI busca aumentar en lugar de reducir la discrecionalidad y las oportunidades para la corrupción dentro del gobierno federal.
Es cierto que la SFP ha fracasado olímpicamente en cumplir con sus responsabilidades legales desde su creación hace una década. Pero ello no justifica tirar al niño con el agua sucia.
Como complemento del descontrol “interno” que genera la reforma en manos de Beltrones, Peña Nieto también propone debilitar el sistema de control “externo” con su propuesta de creación de la CNA, hoy en manos de otro representante de la honestidad republicana, el senador Emilio Gamboa.
México ya cuenta con una poderosa arma de control externo en la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Si bien el desempeño de esta institución no ha sido carente de críticas, en general ha destacado como una de las más efectivas al nivel federal. Con un presupuesto mucho menor que la SFP, la ASF ha hecho un trabajo formidable al señalar los enormes huecos existentes en materia de rendición de cuentas, así como al resarcir parcialmente los enormes desfalcos al erario cometidos cada año.
El antiguo auditor superior, Arturo González de Aragón, siempre insistió en que una de las reformas para el combate de la corrupción más estratégicas consistía en dotar a la ASF de plenas facultades para fincar sanciones administrativas directamente a los entes auditados. Asimismo, durante los debates parlamentarios a raíz de la creación de la ASF en 1999 surgieron muchas voces, como la del entonces diputado Pablo Sandoval Ramírez, que proponían que la ASF incluso pudiera tener facultades de ejercer directamente la acción penal.
Pero a los políticos “dinosaurios” como Peña Nieto les incomoda la ASF porque su diseño institucional complica el control político. La ASF depende formalmente de la Cámara de Diputados, una entidad sumamente plural y dinámica, y además cuenta con una total independencia técnica y de gestión que le permite investigar los rincones más recónditos de la administración pública federal y estatal. Desde el punto de vista del priismo tradicional que hoy regresa, dotar a esta institución de aún más facultades sería como tirarse un balazo en el pie.
Peña Nieto, entonces, prefiere crear de la nada un organismo burocrático que opaque, controle e interfiera con las auditorías de la ASF. De acuerdo con su propuesta, solamente la CNA podrá fincar sanciones administrativas, y sus cinco flamantes comisionados serían nombrados directamente por el presidente de la República. La propuesta pasa totalmente por alto las innovadoras experiencias con el diseño de organismos autónomos y ciudadanizados en países hermanos como Ecuador, Chile, Colombia, Brasil y Venezuela.
El colofón es que Peña Nieto quiere que tanto la Comisión Nacional Anticorrupción como la ASF se sujeten al mandato de un nuevo “Consejo Nacional por la Ética Pública”, encabezado ni más ni menos que por el mismísimo presidente de la República. También participarían en este Consejo, entre otros, los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados; los secretarios de Gobernación, Hacienda y Educación Pública; el procurador general de la República; los 31 gobernadores y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, así como un par de “ciudadanos” de utilería. En otras palabras, en el próximo gobierno las figuras más corruptas de la clase política nacional nos vendrán a dar clases de ética y honestidad. l
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Twitter: @JohnMAckerman