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Archive for 30 de noviembre de 2012

Danzón No. 2‏

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Lo que usted no verá con Peña Nieto

Por: Jorge Zepeda Patterson – noviembre 28 de 2012 – 0:01

No sé ustedes, pero yo ya terminé con este sexenio. Y me doy de santos que el sexenio no haya terminado conmigo (aunque sí lo hizo con más de 70 mil mexicanos).

Tendría que haber hecho un balance del sexenio de Felipe Calderón, como oportunamente lo están haciendo la mayoría de mis colegas, pero francamente, qué flojera. Tras varios centenares de textos dedicados a su presidencia estos seis años, mis neuronas se niegan escribir una más. La mediocridad de su equipo y la mezquindad del personaje no son precisamente fuente de inspiración, ni siquiera para ser denostados.

Mientras seguimos en espera de conocer el gabinete con el que se estrenará Peña Nieto, primer indicador real de lo que podríamos esperar de su sexenio, me permito adelantar algunas de las situaciones que seguramente no veremos en la próxima administración. A falta de mayor información sobre lo que se nos viene, podríamos comenzar a descartar lo que no se nos viene.

No veremos al Presidente vestido de soldadito. Creo que después de todas las caricaturas que ridiculizaron al Comandante Felipe Calderón con su uniforme de guerra, a Peña Nieto le deberían quedar muy pocas ganas de disfrazarse de militar. Los mal pensados dirán que su negativa obedecería a razones estéticas (el verde oliva le sienta mal al bronceado facial), pero el asunto tendría que ver con la necesidad de alejarse de una imagen presidencial belicosa que tanto le gustó a su antecesor.

No habrá una visita presidencial a la FIL de Guadalajara. Estoy seguro de que a estas alturas el Presidente se ha tatuado en el cerebro una docena de títulos literarios (me refiero a EPN, no a Calderón, quien hace días está perdido en el maratón de inauguración de obras inconclusas, que sólo él cree que están terminadas). Incluso es probable que Peña Nieto se haya dado a la tarea de leer algunos de estos títulos. Pero no creo que vaya a correr el riesgo de que una visita a la FIL desate de nuevo el recuerdo del video viral que generó en diciembre de 2011 sus titubeantes respuestas.

No hablará inglés en público. Peña Nieto hizo el equivalente a tercero de secundaria en una escuela en Maine, Estados Unidos. Pero no debe haberlo practicado mucho desde entonces. Su manejo del inglés es más que suficiente para una visita turística o para hacer las compras en un mall de Dallas. Pero la última vez que intentó leer un discurso en Estados Unidos, el resultado fue terrible. Aunque leía en inglés su auditorio habría necesitado subtítulos para entenderle. Y cuando intentó improvisar debió consultar con el traductor.

No lo veremos en los campus universitarios. Otro territorio vedado para el próximo Presidente. Salvo que se trate de su alma mater, la Universidad Panamericana, vinculada al Opus Dei, Peña Nieto se cuidará de volver a asomarse a un auditorio académico. Se supone que los de la Ibero no eran resentidos sociales ni morenitos (como llegó a decir un priísta para defender a su candidato) y así le fue. Circula un tuit que sugiere a Peña Nieto tomar posesión en el baño de la Ibero. Más allá del ingenio chocarrero, el autor identifica bien el epicentro de las pesadillas del cuarto de guerra del Presidente: los jóvenes y su impacto en redes sociales.

No visitará Tierra Caliente Michoacán. No se cuanto tiempo tarde un Presidente mexicano en recorrer las rancherías en las que el narcotráfico hoy en día es la ley, pone y quita presidentes municipales y cobra los impuestos. Desde luego siempre cabe la posibilidad de que los militares tomen por asalto un poblado durante unas horas para que el mandatario pueda tomarse la foto. Pero incluso eso es de alto riesgo para la seguridad del Presidente.

No buceará en Cozumel. La buena noticia para los pobladores de esta hermosa isla es que el Estado Mayor no acordonará calles y arrecifes para que el Presidente pueda contemplar los peces de colores o rodar en bicicleta –y caerse– entre los palmares, como lo hacia Calderón. Cada mandatario tiene su propio sello a la hora de vacacionar. Peña Nieto gustaba de Miami y de Europa, pero seguramente habrá de optar por un paraje nacional durante los próximos seis años. En la Riviera Maya esperan que ahora les toque a otros.

Mi lista de lo que seguramente no hará Peña Nieto dista de ser exhaustiva. Mientras esperamos el 1 de diciembre, solicitaría algunas sugerencias para ampliar esta modesta contribución a la anti-agenda del próximo Presidente.

http://www.jorgezepeda.net

@jorgezepeda.net

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/28-11-2012/10946. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

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Pacto por México

 
Carmen Aristegui F.
30 Nov. 12

Anticipan un «Pacto de la Moncloa» para México. Partidos y nuevo gobierno afirman que «poderes fácticos» deberán ser sometidos. Hasta ayer por la tarde llevaban 15 borradores. Dirigentes y negociadores esperaban por la noche tener la última versión. Esperan firmarlo el domingo 2 de diciembre a tan solo unas horas de la toma de posesión.

Se trata del «Pacto por México» que cocinan las dirigencias de los tres partidos políticos nacionales y el próximo gobierno de Enrique Peña Nieto. Ante el fallido intento de firmarlo el jueves pasado en Querétaro, se han abierto de capa -después de semanas de sigilo- para decir que están en un punto de coincidencias suficiente como para anunciar la próxima firma de este acuerdo nacional.

Han dicho que pretenden sacar a México de la actual dinámica de poder que ha trastocado los principales ejes y nociones de una vida democrática, impulsar crecimiento, competencia y atemperar la desigualdad entre la población.

Con componentes en materia política, económica y social pretenden tomar decisiones e impulsar reformas que lo mismo desmonten monopolios y poderes fácticos que la creación de un seguro de desempleo o dotar de autonomía plena al IFAI.

En lo que parece ser el último borrador, de 38 cuartillas, al que se le han quitado varios corchetes y eliminado el contenido de los mismos (lo relativo, por ejemplo, a las reformas de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales que permitirían a Pemex realizar «…contratos de producción compartida o de riesgo y…multiplicar la exploración y producción de hidrocarburos).

En el documento se describen decenas de temas y reformas que culminarán en un texto final a cuyo título -«Pacto por México»- le acompaña la frase «Por el desarrollo económico y el bienestar social con justicia y paz».

La parte más notable es la que alude a «poderes fácticos», uno de los puntos clave de la actual problemática nacional y cuyos aludidos pueden maniobrar para impedir la firma o realización de dicho Pacto. Por ello los promotores -como Gustavo Madero- afirman que la oportunidad de la firma solo durará por horas o días. No semanas o meses por los intereses que se tocarán.

En la primera hoja, bajo el título «Visión», se define el foco de la cuestión:

«La creciente influencia de poderes fácticos frecuentemente reta la vida institucional del país y se constituyen en obstáculos para el cumplimiento de las funciones del Estado mexicano. En ocasiones, esos poderes obstruyen en la práctica el desarrollo nacional, como consecuencia de la concentración de riqueza y poder social que está en el núcleo de nuestra desigualdad. La tarea del Estado y de sus instituciones…debe ser someter, con los instrumentos de la ley…los intereses particulares que obstruyen el interés nacional».

Al aludir a «poderes fácticos», uno puede entender que se refieren a las grandes televisoras, concentración de grupos económicos, monopolios y poderes sindicales como el magisterial. Precisamente los que permitieron la construcción y realización de la candidatura presidencial. De ahí lo interesante de quienes están sentados a la mesa.

Dentro de las más de 100 medidas enunciadas destacan aquellas de las que se esperaría mayor virulencia en la reacción. Por ejemplo, el párrafo que anticipa la intervención directa para disolver monopolios y dividir estructuras económicas:

En la página 10 del último borrador se lee:

«…para determinar y sancionar posiciones dominantes de mercado en todos los sectores de la economía, particularmente se le dotará a la CFC de la facultad para la partición de monopolios…». Una herramienta utilizada en otras partes del mundo, y cuya aplicación ha ido acompañada de grandes confrontaciones.

En el tema fiscal, encorchetado está en el borrador lo del régimen de impuestos al consumo pero, acordado está «…eliminar el régimen de consolidación fiscal».

Para el tema magisterial declaran:

«Vamos a robustecer la autonomía de gestión de las escuelas» o «vamos a establecer un sistema de concursos meritocráticos… Y el concurso de plazas para directores, supervisores e inspectores», con una clara pretensión es disminuir el control del sindicato magisterial.

Los promotores y negociadores del Pacto afirman que el cumplimiento de lo que acuerden y firmen permitirá recomponer la realidad nacional.

Tan han creído en ello que se han permitido evocar, para acentuar la trascendencia de lo que estaría por llegar, al llamado Pacto de la Moncloa, el histórico y fundacional acuerdo de la democracia española que permitió enfrentar una situación económica difícil y, por supuesto, la restitución de las más preciadas libertades canceladas en tiempos de la dictadura.

Dice Gustavo Madero que les dijo Peña Nieto a los panistas: «Los voy a sorprender», y que ese fue el punto de arranque que puede derivar en este Pacto nacional.

Veremos si tendremos o no a un émulo de Adolfo Suárez o si, por el contrario, la idea naufraga ante el poder, inmenso, de los padrinos identificables. La moneda está en el aire.

http://www.reforma.com/editoriales/nacional/681/1360689/default.shtm

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